viernes, 15 de abril de 2016

Mamíferos Mexicanos en Peligro de Extinción


Introducción

México es, sin duda, uno de los países con mayores especies de fauna. Su privilegiada posición geográfica, la variedad de climas y su compleja topografía, así como su gran extensión de costas; han propiciado una gran variedad de condiciones que le permiten ser considerado dentro de los cinco países con mayor biodiversidad del mundo.

Los mamíferos no son la excepción, pues existe una gran variedad de especies de mamíferos mexicanos. Cervantes et al menciona que existen 450 especies de mamíferos terrestres, mientras que Ceballos y Oliva reportan 525 especies.

Desafortunadamente, la mayoría de tales especies se encuentran en peligro de extinción, debido principalmente a la devastación de grandes extensiones de bosques, selvas, desiertos, y otros ecosistemas; que han propiciado la destrucción del hábitat natural de dichas especies. La Norma Oficial Mexicana (NOM-059-2001-SEMARNAT) reporta desde inicios de este siglo que existen al menos 295 especies y subespecies de mamíferos en peligro de extinción. Por su parte, Ceballos y Oliva reconocen 230 especies en las mismas condiciones. Esto demuestra que más de la mitad de las diferentes especies y subespecies de mamíferos en México se encuentran en riesgo de desaparecer.


Desarrollo

Las especies que componen la mastofauna mexicana son realmente diversas. Desde especies pequeñas como los roedores, hasta especies sumamente grandes como los cetáceos, pasando por un amplio repertorio de marsupiales, pinnípedos, ungulados, insectívoros, etc.

Tlacuaches, liebres, venados, focas y leones marinos, pecarís, manatíes, y muchas especies más en una lista casi interminable; son los animales de origen mexicano que toman leche al nacer. Ellos han visto su hábitat amenazado debido a la destrucción de ecosistemas por motivos diversos, reduciendo su capacidad de encontrar espacios adecuados para su sobrevivencia y reproducción.

Otros factores, como la caza ilegal, la caza de subsistencia, e incluso la cacería con fines religiosos, constituyen también una amenaza a la supervivencia de dichas especies. Por fortuna, poco a poco se van creando leyes más estrictas como la Ley de Equilibrio Ecológico; aun así, falta mucho por hacer en materia de regulación.

La mastofauna mexicana se encuentra gravemente amenazada, tal es el caso de los grandes carnívoros, los felinos, y los mamíferos marinos.

El peligro de extinción para los grandes carnívoros y los felinos obedece principalmente al hecho de que amenazan al ganado doméstico, por lo que muchas personas los matan argumentando que constituyen un peligro para su subsistencia económica. Otra condición de amenaza para la continuidad de las especies es la cacería ilegal, que ha reducido drásticamente el número de especies como el jaguar, el magray y el ocelote; que han sido cazados extensivamente para obtener su piel. Finalmente, la destrucción de su hábitat, es un factor de peso para que especies como el puma emigren en busca de lugares más propicios para su desarrollo y reproducción.

El caso de los mamíferos marinos es diferente, pues su extinción obedece principalmente a las cazas masivas fuera del territorio nacional. En las aguas mexicanas se encuentran casi todas las especies y familias de cetáceos, con marcadas excepciones como los delfines de río, la beluga y el narval. Sin embargo, las cacerías masivas que acabo de mencionar, aunque se dan fuera del territorio nacional, afectan considerable el número de ellas que emigran a nuestro país para llevar a cabo sus tareas de reproducción.

La destrucción de su hábitat es una constante que afecta la preservación de la mastofauna marina, debido principalmente a la creación de nuevos centros turísticos y al crecimiento de los ya existentes.


Conclusión

Más de la mitad de las especies de mamíferos mexicanos se encuentran en peligro de extinción.

Los motivos son diversos: la cacería ilegal, la pérdida de grandes extinciones de ecosistemas que afecta su hábitat natural, y hasta el hecho de constituir una amenaza para el ganado doméstico y para los intereses económicos de muchas personas.

Sea cual sea el motivo, la desaparición de una sola especie animal o vegetal es una pérdida irreparable, pues crea un desequilibrio importante, y un daño ecológico que termina por afectarnos a todos, incluyendo a los seres humanos que también compartimos este planeta y que somos los principales responsables de la extinción.

Se necesitan leyes más estrictas, pero más importante es vigilar que estas se cumplan. Leyes que erradiquen las cacerías ilegales y garanticen la conservación y recuperación de los grandes ecosistemas.

También se requiere que más personas conozcan sobre la importancia y el cuidado del medio ambiente, a través de una mayor cultura ambiental. Ofrecer una gama más amplia de opciones productivas respetuosas con el medio ambiente, permitirá mantener los ecosistemas funcionando, al tiempo que permiten al hombre la obtención de recursos económicos y medios de subsistencia.

Necesitamos preservar a los mamíferos mexicanos, antes de que su presencia no sea más que un recuerdo.


Bibliografía:

Armella Villalpando, Miguel. Y Yáñez L. Ma. De Lourdes. 2011. Mamíferos Mexicanos en Peligro de Extinción. Revista Digital Universitaria. UNAM.



Reflexiones Personales

¿Por qué elegí este tema?

Porque me parece interesante todo lo que tiene que ver con mi país, en especial con su patrimonio histórico y sus riquezas naturales. El tema me fascinó desde que lo comencé a leer, pues es maravilloso conocer sobre la gran cantidad de mamíferos que México posee, pero también es lamentable descubrir que más de la mitad de ellos se encuentran amenazados.

Considero que es importante difundir esto, para que todos los mexicanos tomemos conciencia de lo que estamos perdiendo y el riesgo que ello representa.


¿De dónde partí para comenzar a escribir?

Obviamente, comencé por la lectura del texto Mamíferos Mexicanos en Peligro de Extinción, de Armella Villalpando y Yáñez López. Después de leerlo todo me tomé un tiempo para meditar en lo que leí, desarrollar mis propias ideas, ponerlo todo en mis propias palabras y obtener mis propias conclusiones. Lo demás fue sólo cuestión de comenzar a escribir lo primero que vino a mi mente en relación con el tema.